En el día a día de nuestra actividad como asesoría fiscal, una pregunta muy común al iniciar una actividad es: ¿Qué conviene más, autónomo o Sociedad Limitada?. En definitiva, con que opción conseguirían pagar menos impuestos, si realizan la actividad a través de una sociedad o como autónomos.
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Autónomo o Sociedad Limitada. Criterios.
No existe un modelo matemático que nos diga cuando es más conveniente ser autónomo o constituir una sociedad.
Existen varios criterios a la hora de decantarse por una u otra opción. Veamos:
Responsabilidad
La principal desventaja del empresario individual respecto a la SL es su responsabilidad ilimitada, ya que responde con su patrimonio personal presente y futuro por las deudas frente a terceros. (Véase esta entrada acerca de la responsabilidad de los administradores de una sociedad)
Por otro lado, una SL, como su propio nombre nombre indica, limitan la responsabilidad de los socios al capital aportado. La SL , en tanto que tiene personalidad jurídica, responde con su propio patrimonio.
Constitución de la empresa
Iniciar una actividad como autónomo no supone ningún desembolso aparte de los del propio negocio en sí. y es un trámite que se puede realizar en un único día.
Por contra, los trámites y costes de constitución de una SL, son más engorrosos y el proceso puede demorarse entre 5 y 30 días. Ya vimos en esta otra entrada los tramites a seguir para constituir una Sociedad Limitada
Costes de gestión
El coste de «mantenimiento» de una sociedad es más elevado que el de un autónomo ya que las obligaciones contables de este último son más sencillas. Ya vimos los libros registro que debe llevar todo autónomo, mientras que una sociedad mercantil tiene mayores obligaciones mercantiles, con obligación de llevar contabilidad de tesorería y con obligaciones de deposito de la contabilidad en el registro mercantil. .
Aportación económica
La creación de una SL exige aportar un capital social mínimo de 3000 €, aunque como ya vimos con la aprobación de la ley crea y crece es posible la constitución inicial con un capital de 1 euro, mientras que como autónomo no es necesaria ninguna aportación.
Ahora bien, ese capital social hay que depositarlo en el banco, obtener el resguardo correspondiente y a continuación se puede disponer de él para los gastos e inversiones del negocio, como explicamos en nuestro artículo cómo crear una SL.
Puede ser de tu interés: «Facturar como Profesional o como SL«
Impuestos
El autónomo tributa por el IRPF, que es un impuesto progresivo, de manera que con grandes beneficios el tipo a aplicar es mayor que en el caso del Impuesto de Sociedades, que es un impuesto con tipos fijos, en concreto del 25%.
Veamos un ejemplo de ahorro fiscal por facturar a través de una sociedad:
Supongamos que la actividad profesional le genera unos rendimientos de 80.000,00 €, el profesional tributaría en su declaración de la renta como actividades económicas un importe aproximado de 28.000,00 €
Si constituye una sociedad limitada para explotar su actividad profesional y tiene un sueldo de 50.000,00 €, tributaría por dos conceptos:
- Por el salario que percibe de la sociedad, tributaría en su declaración de la renta como rendimientos del trabajo, por lo que suponiendo la misma situación anterior le supondría una tributación aproximada de 12.000,00 €.
- Asimismo la sociedad tendría que liquidar el impuesto de sociedades a un tipo fijo del 25% lo que supondría una tributación de 7.500,00 € (80.000,00 de rendimiento -50.000,00 de salario deducible) x 25%.
Por lo que le sería más ventajoso explotar la actividad por medio de una sociedad al conseguir un ahorro fiscal de 8.500,00 €.
Pero cuidado, porque esta ventaja sólo tiene realmente valor si parte de los beneficios los fueras a dejar como patrimonio de la sociedad.
Si lo que quieres es llevarte todo el beneficio a casa para tus gastos personales, tendrás que tributar por tu nómina o por los dividendos que te lleves, y al final queda más o menos igual.
Otras ventajas como el acceso a financiación bancaria o imagen comercial.
A priori, las sociedades mercantiles tienen, mas facilidades para acceder a créditos bancarios, ya sea por el hecho de tener una mayor regulación y obligaciones mercantiles. Puede decirse que inspiran más confianza económica.
Aunque, al final lo que cuenta es el aval o garantía que nos solicite la entidad bancaria.
Del mismo modo, Las sociedades mercantiles ofrecen mayor imagen profesional, de empresa más grande y solvente.
Que podemos hacer desde Lam, Asesoría de Empresas, para ayudar a tu empresa o negocio.
Antes de constituir la sociedad debería de ponerse en manos de un asesor fiscal con el fin de evitar las posibles sanciones y liquidaciones derivadas de una regularización por parte de la Agencia Tributaria.
Si buscas una asesoría para acompañarte en el día a día de tu actividad, contáctanos y estudiaremos la solución que mejor se adapte a tus necesidades y las de tu negocio.
Nuestra firma esta reconocida como Punto PAE (Punto de Apoyo al Emprendedor) lo que nos permite tramitar tu alta como autónomo telemáticamente con la aprobación y supervisión del CIRCE (Centro de Información y Red de Creación de Empresas) dependiente del Ministerio de Turismo, utilizando el Documento Único Electrónico (DUE).
Además, ponemos a tu disposición el mejor programa de facturación online. Perfecto para que gestiones mejor tus facturas. Es una herramienta indispensable para autónomos y pequeñas empresas.
En Lam, Asesoría de Empresas, S.L. llevamos desde 2002 prestando servicios de Asesoramiento Jurídico, Asesoría Fiscal, Asesoría Laboral y Asesoría Contable-Financiera a Empresas, Pymes y Autónomos.
Fuentes:
- Iberley
- Agencia Tributaria